Rosendo Fraga es como una biblioteca ambulante que encuentra definición a cada planteo que se le formula. Y su experiencia avala sus análisis. Por eso, no escatima conceptos para decir que Cristina Fernández de Kirchner está debilitada políticamente, pero que no hay que descartarla. Como tampoco teme equivocarse que todos los presidentes que han gobernador la Argentina han realizado cambios en su gabinete durante el primer año de gestión. Y que, en ese sentido, Mauricio Macri no sería la excepción. Lo dijo durante una visita que el director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría hizo a LA GACETA, en oportunidad de disertar durante el cuarto aniversario de la Fundación Federalismo y Libertad.
-¿Qué opina del video que grabó Cristina sobre su presentación ante la Justicia de Río Gallegos?
-Luego de la asunción de (Mauricio) Macri (como presidente de la Nación), (la ex mandataria) Cristina (Fernández) regresó a la escena pública el 13 de abril de este año, para conducir una estrategia política del Frente para la Victoria. En abril de 2015, dijo que “mejor que el que venga gobierne bien, porque sino me va obligar a volver en 2019”. Que Cristina quiera retornar a la presidencia, como lo hicieron todos los ex mandatarios argentinos, no es una novedad sino una constante. Además, lo permite el sistema institucional, ya que después de ocho años (de mandato), dejando pasar otros cuatro, se pueden hacer ocho años de vuelta. Esto incentiva a que un ex presidente vuelva a la política.
-¿Qué posición tiene la ex mandataria ante la opinión pública?
-Cristina tiene un debilitamiento político, mucho más acentuado que en la opinión pública. Puede tener un 30% de imagen positiva, pero no tiene al 30% de los gobernadores, el 30% de los intendentes, el 30% de los senadores ni el 30% de los diputados. Desde aquel retorno de abril, cuando convocó 76 diputados y medio centenar de intendentes de Buenos Aires, a la situación actual, hubo un fuerte debilitamiento político.
-¿Por qué se debilitó la imagen de Cristina?
-El peronismo quiere recuperar su autonomía, pero el poder de la ex presidenta en el Congreso es muy débil. Ella fue líder del peronismo mientras duró la presidencia, y dejó de serlo cuando dejó el cargo. En mi opinión, Cristina no retornará a la presidencia y tampoco al control del peronismo. Pero no va a desaparecer de la política.
-¿Le conviene a Macri tener a Cristina en la escena política?
-Dentro del Gobierno hay opiniones contradictorias. Hay quienes creen que es conveniente que Cristina compita (en las elecciones) de Buenos Aires en 2017, y no competir con (Sergio) Massa en 2019. Si Cristina sale segunda en 2017, quienes toman decisiones en el Gobierno dirán “cuidado: ahora hay que esperar a ver qué hará Cristina en 2019”. Si esto se analiza desde un plano de gobernabilidad, es más favorable competir con Massa en 2019 que con Cristina, sobre todo en una época en la cual los resultados electorales son muy cambiantes.
-¿El Gobierno hará cambios en el Gabinete, después del primer año de gestión?
-Desde 1983, todos los presidentes reorganizaron el Gabinete al cabo de un año. Lo hizo (Raúl) Alfonsín, lo hizo Menem, lo hizo (Fernando) De la Rúa, lo hizo Duhalde, lo hizo Kirchner y lo hizo Cristina. Cuatro de seis lo hicieron con éxito, es decir que ganaron la elección siguiente. Después de un año, el presidente mira la gestión, pero también mira la elección que viene. Esto siempre fue así, desde el retorno a la democracia. Y hay señales de que Macri piensa en algo por el estilo, sobre todo porque le preocupa que la economía no repunte.
-¿Macri es un presidente diferente a los que hubo desde 1983?
-Desde cierto punto de vista, sí es un presidente distinto. Es la primera vez, en un siglo, que llega a la presidencia alguien que no es ni peronista ni radical. No tiene la cultura de la política. En segundo lugar es ingeniero. Y es el segundo ingeniero que alcanza la presidencia. Esto también influye en la forma de gestionar.
-¿Estas características son fortalezas o debilidades?
-Son ventajas y desventajas. Desde 1983, todos los presidentes fueron abogados. En el actual Gobierno, el presidente, el vice y el jefe de Gabinete no son abogados. El ministro del Interior y el Canciller tampoco. Quizás le falte un abogado, porque el lenguaje del poder es el derecho.
-¿Cómo juega Elisa Carrió en el Gobierno?
-Los líderes políticos cambian de ideología. Por conveniencia o por circunstancias. En 2003 integró listas de centro izquierda. Hoy está aliada con Macri, lo cual muestra un giro hacia la centro derecha. A pesar de estos cambios, siempre ha tenido una personalidad que hace difícil la construcción política. Carrió es una voz potente, con capacidad instalar temas, pero tiene limitaciones en cuanto a la construcción política. En esta etapa, Macri percibe que le conviene tener a Carrió cerca del Gobierno.
-¿Qué valores se discutirán en las elecciones del año que viene?
-Habrá tres factores que definirán el voto. El primero es la economía. Será clave que la gente perciba que la plata le alcanza un poco más y que comienza a haber demanda de empleo. El segundo aspecto es político, y tiene que ver con la división del peronismo en Buenos Aires. Las chances de Cambiemos aumentan si el peronismo llega dividido a las elecciones. Y el tercer factor es la inseguridad, que está a la cabeza de la demanda, pero que la oposición no pudo capitalizar.
-¿Es Massa la verdadera oposición de Macri?
-Para mí, la oposición de Macri es el peronismo, que tiene esa capacidad de unirse y de dividirse, según las circunstancias. Además, es una fuerza política que extiende hacia los movimientos sociales y hacia el sindicalismo. Este es el universo del peronismo, que se divide según las circunstancias. Massa tuvo un papel clave en Diputados y en Buenos Aires, al confrontar con (la gobernadora María Eugenia) Vidal.
-¿Por qué hay resistencia a la reforma electoral, para avanzar hacia el voto electrónico?
El Gobierno cometió un error. No aceptó la propuesta de las ocho provincias que querían adoptar el voto electrónico. Entre los distritos que aceptaron estaban Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba. El Gobierno podría haber tenido, en 2017, el 75% del país votando con el sistema electrónico.
-¿Diciembre será tranquilo?
Creo que sí. Las negociaciones con los sindicatos y con los movimientos sociales marchan bien. El Gobierno cedió con la ley de Emergencia Social, con la idea de tener un diciembre tranquilo.